Siempre di que sí

Algo que no entendía y que en mi mente de programador no tenía mucha lógica, era la política de algunas personas de decir que sí a cualquier solicitud sin medir el alcance, tiempo a invertir, posibles complicaciones y demás detalles al que estaba acostumbrado a lidiar con proyectos de naturaleza técnica.

Este nuevo concepto del “sí a todo“, contravenía directamente con todo el paradigma de planificación y desarrollo con el que había cohabitado pacíficamente durante tantos años, por lo tanto, no es de extrañar que esto causara un choque entre ambos mundos.

Decir que sí, ¡funciona!

Confieso que me tomó varios años entender el por qué de este estilo de trabajo y realmente no fue hasta que por casualidades de la vida tropecé con una base científica, cuando logré encontrar sentido a todo el asunto.

Resulta que la clave está en la forma en que nuestro cerebro procesa la información que recibe a través del lenguaje. Si alguna vez escuchaste ” la primera impresión es la que cuenta”, y no le prestate mucha atención (como yo), te perdiste de un dato valioso para fortalecer las relaciones profesionales.

La manera en la que procesamos una respuesta negativa temprana, es muy similar a una primera mala impresión, no importa lo que se diga o haga después, será más complicado borrar esa mala imagen.

Pero ¿por qué?

Antes que nada, debemos saber que nuestro cerebro es bombardeado constantemente por información, ésta es suministrada no solo por los sentidos si no por los recuerdos espontáneos y la nueva información que es generada a partir de datos previamente recibidos.

Es lógico entonces que el proceso evolutivo haya provisto a nuestra mente de un atajo con el cual priorizar la manera de guardar datos en memoria y uno de estos es el orden en que recibe la información.

El efecto de Primacía

El efecto de primacía, en psicología, es un sesgo cognitivo que resulta de la relevancia desproporcionada de estímulos u observaciones iniciales. Si, por ejemplo, un sujeto lee una larga lista de palabras, es más probable que recuerde las palabras leídas al principio que las leídas en el medio. – Wikipedia.

Al momento de formar una impresión de otra persona, lo primero que observamos o conocemos tiene un fuerte impacto en la opinión que nos hagamos de ella.

En un experimento se le pidió a dos gemelas que se describieran de manera diferente para una entrevista de trabajo:

  1. Seria, trabajadora, creativa, temperamental, quisquillosa, brutalmente honesta.
  2. Brutalmente honesta, quisquillosa, temperamental, creativa, trabajadora, Seria.

En ambos casos se usaron las mismas palabras La diferencia es que en con la primera gemela se colocaron los rasgos positivos al inicio y con la segunda se colocaron al final. El resultado fue que las personas que las entrevistaron se formaban una mejor impresión de la primera gemela que partió con las características positivas por delante.

En situaciones como esta el cerebro empieza a apagarse después de las primeras palabras en un esfuerzo para tomar un atajo y decidir rápidamente “sí o no” , por lo que no presta mucha atención al resto de la información.

Video del experimento en Juegos Mentales (Natgeo)

En conclusión, al recibir una solicitud es buena idea empezar diciendo que sí, esto creará en la otra persona un primer recuerdo positivo y empático que hará más llevadero cualquier cambio a futuro.

 

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